Nuevos Buenos Aires (#1)

Las vueltas de la vida me han llevado a, este último mes, caminar mucho por los barrios en los que he pasado mis primeros cuatro, casi cinco años en esta ciudad.

Calles que recorrí infinitas veces y hoy son sólo eso. Calles.

El viernes caminé por uriburu, la calle de mis dos primeros “hogares”. No me pasó nada.

Cada vereda fue un recuerdo, y decidí vivirlo en silencio. Sin auriculares que me distrajeran de lo que sentía. Y todo me llevó a lo mismo.

La llamada. Aquel abril del 2008. Cuando el fin de la persona que más amaba se acercaba despacio. Quise recordar otras cosas. Pensé en risas, amores, abrazos, besos, charlas, gritos. Me ví caminando tomando helado en verano y viendo nevar aquel invierno.

Y me di cuenta de todo. No soy de ahí. Nunca pertenecía a Recoleta, ni a Barrio norte ni a Congreso. Pero porque no pertenecía a esta ciudad.  

El pertenecer no tiene que ver con el barrio, ni con la casa. Tiene que ver con hacerse un lugar.

Hoy, mi lugar es este. Al que tanto odié esos años.

Hoy, decido que prefiero este caos, para llegar a casa y ser feliz con él.

Qué fácil fue echarle tantos años la culpa a la ciudad, cuando la que tenía que crecer y creer en mí era yo…