.Fe.

Una de las razones por las que TENIA que venir a esta ciudad hermosa que me vió nacer, era verlo a él.

Es sabido que siempre odié los sanatorios y hospitales, sobre todo en esta ciudad, pero hoy, a pesar de que tenía decidido de antemano no entrar, necesitaba estar ahí. De alguna manera. Poder acompañar la espera, el dolor y la incertidumbre esta vez de cerca. Esos 600 kilómetros que, en momentos como este, pueden hacer las esperas mucho peores…

Y este escrito, como tantos otros, vomitados luego de salir de una larga ducha que me encuentra conmigo y todo mi interior, no tiene otro sentido sino decirles a ustedes, hermosa Familia Ramos, que Luquitas va a estar bien, que toda esa fuerza que todos le estamos transmitiendo cada uno a su forma lo va a sacar adelante, que la paciencia es una virtud que cuesta pero que nos hace fuertes, así como también a él, que tiene todas las ganas de estar con todos nosotros y abrazarnos con toda su alma.

Gracias, infinitas, por dejarme ser parte de su espera, por dejarmes abrazarlos al partir, de nuevo, a esos 600 kilómetros que nos separan pero que nos unen, que nos tienen lejos tanto como uno quiera estarlo…

Paradojico es también, que conociendonos tan poco, se hagan querer tanto… pero eso provocan, y deben saberlo. Son una familia increíble, unas estrellitas a las que Dios ilumina con mucha más fuerza. Y sepan, que en muy poco tiempo, vamos a estar riendonos con él de todo esto, y contando todas estas experiencias…

Por eso mismo, como estoy SEGURA que cuando salgas de esta vas a leer esto pendejo, quiero que sepas que te quiero con el almaaaa, y, que más vale que tus huesitos frágiles se llenen de calcio porque te voy a apretar y abrazar tanto, que vas a terminar desfigurado =)