domingo, 11 de noviembre de 2012

Chau Fadu (I)



 Las despedidas nunca fueron lo mío. Por eso tal vez me sea más fácil enfermarme.
Este año tuve un par de resfríos, dos o tres anginas, y algunas gastroenteritis…
¿Será la procesión de decirte adiós?
Recién me puse a mirar fotos viejas, porque, a esta altura, ya son viejas… fotos del 2006, 2007, cuando tus pasillos comenzaban a serme familiares, cuando empezaba a amigarme con este bicho enorme que tanto respeto me inspiró siempre…
Fadu, mi hogar en Capital estos 8 años. No creo que ninguna otra facultad tenga esa magia. Esos cartones, esas mesas cortadas con cutter en las que se ve el trabajo, los apuros, las horas sin dormir. Esa mano amiga siempre dispuesta a ayudarte a montar, a pegar rotulos…


Nunca pensé que decirte adiós fuera tan movilizante. Tanto que me impidiera (por momentos) ir a verte. A enfrentar, las entregas, las correcciones, esa tensión que tanto me enseñaste a vivir…
Es raro hablarle a un edificio, pero para mí, no sos un edificio. Sos el lugar donde aprendí, crecí, maduré como nunca antes. Donde me refugié luego de perder a mis dos seres más queridos. El lugar donde encontré al amor de mi vida, los amigos de mi vida.
Pff… es raro pensar que sólo me quedan dos semanas para disfrutarte…
Y odiarte, para variar un poco…


3 comentarios:

  1. Que lindo amiga :) pensa que aunque digas adios, siempre podes volver a saludar, no? :D

    ResponderEliminar
  2. es esa contradicción, amor y odio que amamos y odiamos.
    hermoso.-

    ResponderEliminar
  3. es decir adios...porque si volves ya no lo vas a hacer como estudiante ....y es otra cosa.....se vive distinto....

    ResponderEliminar